
Cómo identificar un jamón ibérico de calidad
En Tovar, como distribuidor de alimentos especializado en productos gourmet para restaurantes, sabemos que el jamón ibérico es uno de los productos estrella en la gastronomía española. Sin embargo, no todos los jamones ibéricos son iguales. Para un restaurante, ofrecer un jamón ibérico de alta calidad no solo significa cuidar la satisfacción del cliente, sino también reforzar la reputación y la imagen del negocio.
Por ello, en este artículo queremos compartir contigo cómo identificar un jamón ibérico de calidad y qué aspectos debes tener en cuenta para asegurarte de que estás adquiriendo un producto auténtico, que justifique la inversión y que ofrezca la excelencia que tus comensales merecen.
Distribuidor jamón ibérico
La importancia del jamón ibérico en la gastronomía española
El jamón ibérico es un producto con una tradición arraigada en España, reconocido mundialmente por su sabor intenso, textura única y su versatilidad en la cocina. Para los restaurantes, contar con un jamón ibérico de calidad puede marcar la diferencia en su oferta gastronómica, desde las tapas hasta los platos más elaborados.
No obstante, la variedad y la calidad de los jamones ibéricos varían significativamente en el mercado. Saber distinguir un jamón genuino es clave para garantizar la mejor experiencia a los clientes y para evitar problemas que puedan afectar la reputación del restaurante.
Origen y raza
Uno de los primeros aspectos a evaluar es el origen y la raza del cerdo. El jamón ibérico proviene del cerdo ibérico, una raza autóctona de la península ibérica, que se caracteriza por su capacidad de infiltración de grasa en el músculo, lo que aporta jugosidad y sabor.
Para garantizar calidad, el cerdo debe estar certificado y su raza controlada. El etiquetado oficial, con denominaciones como «100% ibérico» o «ibérico puro», y la certificación de denominación de origen protegida (DOP) son garantías que debes exigir a tu proveedor.
Alimentación del cerdo
Otro factor decisivo en la calidad del jamón ibérico es la alimentación del cerdo. Los mejores jamones provienen de cerdos que han sido alimentados en libertad con bellotas durante la montanera, la época de otoño e invierno en la que estos animales se alimentan naturalmente en las dehesas.
El tipo de alimentación se refleja en el sabor y la textura del jamón. Un cerdo que se ha alimentado principalmente con bellotas produce un jamón con notas más intensas, aroma más profundo y una textura más untuosa, frente a otros jamones que proceden de cerdos alimentados con piensos o en régimen intensivo.
Por eso, es fundamental que el jamón cuente con la certificación correspondiente que acredite este aspecto. En Tovar asesoramos a nuestros clientes sobre las distintas categorías y tipos de jamón ibérico para que puedan elegir el producto que mejor se adapte a su propuesta gastronómica.
Proceso de curación
El proceso de curación es fundamental para que el jamón ibérico desarrolle todas sus cualidades organolépticas. Un buen jamón debe haber pasado por un tiempo mínimo de curación que puede variar según el tipo, pero generalmente no menos de 24 meses para jamones de alta gama.
Durante esta etapa, el jamón se somete a un proceso natural en bodegas con condiciones controladas de temperatura y humedad que permiten su maduración lenta y equilibrada.
Un jamón curado correctamente tendrá un aroma agradable, sabor equilibrado y un color rojizo intenso con vetas blancas de grasa infiltrada, que es señal de calidad.
Como distribuidor, en Tovar garantizamos que todos nuestros jamones cumplen con estos tiempos y procesos, para que lleguen a tu cocina en las condiciones óptimas para su degustación.
Aspecto físico y sensorial
El aspecto exterior del jamón es un indicador visual importante. Un jamón ibérico de calidad presenta una pezuña fina y alargada, la piel debe ser lisa y sin defectos visibles.
Al corte, la grasa debe ser brillante y de color blanco o ligeramente amarillento, y la carne debe tener una textura firme pero no seca. En cuanto al aroma, debe ser intenso pero agradable, sin olores rancios o desagradables.
Si tienes la oportunidad, siempre es recomendable probar una loncha para comprobar el sabor, que debe ser equilibrado, con notas dulces y un ligero toque salado.

¿Cómo asegurarte de que estás comprando jamón ibérico de calidad?
No te fíes únicamente del precio o de la apariencia externa. Solicita siempre certificaciones, etiqueta oficial y pide muestras para probar el producto antes de hacer pedidos importantes.
Verifica que el jamón cuente con sello de calidad como la Denominación de Origen Protegida o la Marca de Garantía, que certifican la procedencia y las condiciones del producto.
Para un restaurante, la elección del proveedor es tan importante como la del producto. Contar con un distribuidor especializado en jamón ibérico y otros alimentos gourmet te permite acceder a productos de calidad certificada, así como recibir asesoramiento para elegir las opciones más adecuadas según el perfil de tu negocio y tus clientes.
En Tovar, acompañamos a nuestros clientes con un servicio personalizado, garantizando la trazabilidad, frescura y autenticidad de cada producto que suministramos.
Contacta con nosotros y descubre nuestra selección de jamones ibéricos certificados, así como otros productos gourmet ideales para tu carta.